Doctor Zhivago (1965)

Que David Lean fue uno de los mejores directores de cine de todos los tiempos no lo discute nadie. Él fue el gran maestro que supo mezclar los ingredientes de épica e intimismo de la forma adecuada para crear obras maestras del cine. Ejemplo de ello fueron El puente sobre el río Kwai, Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago.

Desde el comienzo de la publicación de la novela de Doctor Zhivago de Borís Pasternak, vemos la dimensión que el autor le dio a su obra. El libro estuvo censurado en la Unión Soviética hasta que un editor italiano pudo sacar el manuscrito y publicarlo por primera vez: el protagonista no compartía las ideas marxistas, poniendo la Revolución Rusa y posterior guerra civil como todo un desastre para su patria, además de hacer referencia a los campos de prisioneros y exterminio en época de Stalin. Desde su publicación en italiano, el libro se convirtió en todo un éxito, llevando a Pasternak a aganar el premio Nobel de literatura en 1958, un año después de que Doctor Zhivago viese la luz.

La película comienza con una joven trabajadora de una fábrica en la Unión Soviética, que es llamada por un general de la Cheka que resulta ser Yevgraf Zhivago (Alec Guinness), hermanastro del supuesto padre de la chica. A partir de ahí Yevgraf le irá contando la historia de la vida de Yuri desde que es un niño, cuando asiste al entierro de su madre.

El entierro marcará la actitud de Yuri durante toda su vida, logrando ser médico aparte de poeta. Como médico consigue bastante fama sirviendo en la I Guerra Mundial, en donde conoce a Lara Antipova, una enfermera muy dulce de la que se enamorará. Sin embargo, su buen hacer como médico le hace caer en las manos de la burguesía, casándose con Tonya (Geraldine Chaplin), una preciosa chica adinerada que lo quiere.

En Moscú, Yuri se volverá a encontrar con Lara, pero él está casado, y las circunstancias políticas relacionadas con la Revolución Rusa (el hermano de Lara es un activista bolchevique) harán que su romance no llegue a buen puerto. Los tumultos y la nueva situación comunista hacen que Yuri pierda su casa y deba asentarse con su esposa en un edificio compartido por varias familias. El consejo de Yevgraf hace que el matrimonio se decida ir a la casa familiar en Varikino para vivir pacíficamente.

Pero al llegar allí después de un larguísimo y accidentado viaje en tren, se dan cuenta de que otra vez sus posesiones habían sido confiscadas por el gobierno, por lo que deben buscar un refugio en una pequeña cabaña cercana. La vida de Yuri parece volver a la normalidad, e incluso vuelve a disfrutar de su pasión, la poesía. Sin embargo, vuelve a toparse con Lara, que trabaja en la biblioteca del pueblo. La historia de amor que parecía predestinada a cumplirse vuelve a romperse cuando Tonya anuncia su embarazo a su marido. La responsabilidad hace que Yuri decida volver con su mujer acabando con su relación con Lara.

Decidido a volver con su verdadera familia, Yuri es capturado por el ejército soviético, que lo hace separarse de nuevo de Tonya y de Lara, aunque de Tonya no había podido despedirse. Esta vez, Yuri Zhivago se arma de valor y decide desertar, dirigiéndose a su cabaña de Varikino, pero descubre que su familia ha huido a Francia, por lo que ya sólo le queda como última esperanza encontrar a Lara, que lo está esperando con los brazos abiertos. Ambos deciden vivir en la pequeña cabaña en la que había vivido Yuri con Tonya, confiscada por las autoridades y ya medio en ruinas. Allí vivirán una de las épocas más felices de Yuri, con Lara y su hija, hasta que vuelve a estallar otra guerra: la II Guerra Mundial, en la que Lara, embarazada, se vuelve a despedir de Yuri.

Yuri, que vuelve a Moscú a petición de su hermano para acudir como médico a un hospital, acabará sus días en un lugar del que se había escapado para poder sobrevivir, pero viviendo atormentado por la marcha de sus dos amores, Tonya y Lara. La última escena, es el final esperado para alguien que ha vivido el amor, el adulterio, el abandono y, sobre todo, el tormento de la soledad: Yuri cree ver a Lara desde un tranvía e intenta alcanzarla, pero muere de un ataque al corazón.

La historia de Yuri contada por Yevgraf, no le dice nada a la pequeña Tonya Komarovskya, porque su madre le había dicho que su padre había muerto en un bombardeo. Tonya se va diciendo que ella no es la hija de Yuri, pero vemos que toca la balalaica de modo autodidacta, sin que nadie le hubiese enseñado, igual que la madre de Yuri.

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